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El resfriado es una enfermedad muy frecuente en los gatos, especialmente en las épocas de bajas temperaturas. Por lo general, se debe a infecciones respiratorias que suelen ser altamente contagiosas y que, por lo tanto, son de fácil transmisión entre los mismos gatos.
Pese a que el resfriado también se da en los humanos, es importante destacar que en los gastos se presenta de manera distinta, puesto que el caso de la gripe felina los virus responsables son el calicivirus o el herpesvirus. Por este motivo, si nuestro gato está resfriado, es fundamental que prestemos especial atención a los síntomas y sus posibles alertas.
Pero, ¿cómo podemos identificar que se trata de un resfriado?, ¿cuáles son los síntomas? Al igual que en otras mascotas, los resfriados en los gatos pueden ser causados a los cambios bruscos de temperatura o a las bajas temperaturas que se dan en invierno y sus síntomas pueden ser los siguientes:
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Estornudos frecuentes: Si nuestro gato presenta estornudos continuos, puede ser que estemos en presencia de un resfriado felino. Se trata de uno de los principales síntomas.
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Secreción nasal: Si la nariz de nuestro gato comienza a gotear, podría tratarse de un resfriado. Aquí es importante que observemos si la secreción es clara o si tiene un color o amarillo o verdoso, ya que ello podría ser signo de infección.
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Ojos enrojecidos: Los ojos llorosos y rojos son síntomas comunes de un resfriado en los gatos. Si nuestra mascota llegara a tener los ojos inflamados o con secreción, es fundamental que prestemos atención y, en caso de ser necesario, acudamos a nuestro veterinario de confianza.
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Pérdida de apetito y apatía: Durante un resfriado, los gatos pueden mostrar una disminución en sus niveles de energía y una pérdida de apetito. Si notas cierta apatía y que está menos activo de lo habitual y se muestra desinteresado por la comida, existe una alta posibilidad de que esté enfermo.
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Dificultad para respirar: En los casos más agudos, los gatos resfriados pueden experimentar dificultad para respirar e incluso cuadros de tos. Si observamos estos síntomas, es importante que busquemos atención veterinaria inmediata, puesto que podríamos estar en presencia de una infección.
Por esta razón, si nuestro gato presenta alguno de los síntomas anteriormente descritos, es importante que acudamos a nuestro veterinario de confianza, no solo para aliviar su malestar, sino que también para determinar si se trata de una infección por Herpesvirus o por Calicivirus, puesto que sus efectos y tratamientos pueden resultar diferentes.
Sin embargo, existen algunas consideraciones no farmacológicas que podrían ayudar a enfrentar la gripe felina y disminuir su malestar:
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Mantén a tu gato en un ambiente cálido y acogedor: Asegúrate de que la temperatura en tu hogar sea confortable para tu gato. Proporciona una cama suave y cálida para que pueda descansar adecuadamente.
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Hidratación: Es importante que nuestro gato esté bien hidratado durante su resfriado. Es fundamental que nos aseguremos que en todo momento tenga acceso a agua fresca. Si llegara a demostrar falta de interés para beber, una alternativa sería intentar alimentarlo con comidas húmedas o que contengan una importante cantidad de líquido.
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Mantener limpios ojos y nariz: Mantener limpias las zonas que expulsan secreciones ayudará a nuestro gato a aliviar su incomodidad y prevenir infecciones secundarias.
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Evita la exposición a cambios bruscos de temperatura: Durante la enfermedad de nuestro gato, debemos evitar exponerlo a cambios bruscos de temperatura, ya que esto podría agudizar los síntomas.
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Consulta a un veterinario: Si los síntomas persisten o empeoran, siempre es recomendable llevar a nuestro gato a un veterinario, puesto que para mejorar su salud podría requerir de tratamiento farmacológico, como antibióticos, antivirales o analgésicos.
Es así como la prevención es el primer paso para que nuestros gatos se mantengan sanos y saludables. Una buena alimentación, lugares limpios y mantenerlos con sus vacunas al día, son elementos que permitirán disminuir, de manera considerable, el riesgo de contagio.
Asimismo, debemos poner especial atención en sus conductas y comportamiento, ya que ello nos permitirá identificar si nuestro gato presenta alguno de los síntomas de la gripe felina y sus afecciones. Ahora bien, si nuestro gato es mayor o es inmunodeprimido y presenta indicios de la enfermedad, debemos recurrir inmediatamente a un veterinario, porque el resfriado podría ser mortal para ellos.
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